Hace unos días comentábamos en un artículo los beneficios que trae consigo beber café, siempre y cuando se haga moderadamente y, por supuesto, sin tener en cuenta el azúcar.
En dicho artículo también mencionábamos las dos especies de café que más se consumen mundialmente (arábica y robusta), y de cómo esta bebida es consumida por un tercio de la población.
El hecho de que el café haya calado tanto en nuestra sociedad quizá no es sólo el hecho de que actúe como un energizante, para mantenernos despiertos; sino también por su exquisito sabor o aroma.
Sin embargo, no en todos los países se puede disfrutar de un café de calidad. Hay países que han optado por consumir el llamado café torrado o torrefacto.
¿Qué es el café torrefacto (o café torrado)?
Este tipo de café se obtiene durante el tueste del grano, donde se le agrega ciertas cantidades de azúcar con la finalidad de que, al alcanzar una temperatura elevada, este azúcar se caramelice y cubra el grano con una fina capa.
Cuando el proceso haya terminado se obtendrá un café bastante más oscuro y con un sabor mucho más fuerte, amargo y con sabor a quemado.
El café torrefacto puede contener hasta un 15% de azúcar, y la especie del grano que más se usa en esta industria es el café robusta, un café de menor calidad que la especie arábica.
¿Cómo nació esta idea de café torrefacto?
Y sobre todo: ¿Para qué?
Muchos apuntan a que esta forma de hacer café nació en México o Cuba. Se cree que los mineros de estas zonas, para tratar de conservar mejor los granos de café ante la intemperie, los envolvían en esa fina capa de azúcar caramelizada. Con esto pretendían protegerlos de la humedad y de las altas temperaturas de las minas.
Con el tiempo, esta idea logró comercializarse debido a que es más barato producir este tipo de café, ya que además utilizan granos de menor calidad para su elaboración.
Lo sorprendente es que aún hoy existen muchos países donde se consume este tipo de café. En América del Sur se consume café torrado en Argentina, Bolivia y Uruguay. Mientras que en Centro América, en Costa Rica. Y para el norte de América tenemos a México, aunque se dice que sólo se consume en los Estados de Michoacán y Veracruz.
En Europa se consume en menor medida en Italia y Austria. Pero donde más ha destacado el café torrefacto es en España y Portugal. La mayoría de cafeterías en España te sirven café torrefacto. De ahí sus precios tan bajos.
¿Por qué se sigue consumiendo el café torrado en España y otros países?
A pesar de ser un café de baja calidad, el hecho de que aún se siga consumiendo es debido a su bajo precio en el mercado, y también por costumbre, pues para países como España este tipo de café es parte de su día a día hasta formar parte de su tradición.
Además de todo ello, se suma la idea generalizada de que «cuanto más amargo y oscuro es un café, más cafeína contiene». Sin embargo, esto es erróneo.
Por otro lado, aún no existe ningún estudio que demuestre al cien por cien que este tipo de café sea perjudicial para la salud. Sin embargo, se debe tener en cuenta que posee una considerable cantidad de azúcar.
También es importante que el café se filtre correctamente.
En definitiva, si eres un amante del buen café y has tenido la oportunidad de probar café en otros países, ya habrás notado la diferencia de sabor. El inconveniente es que su precio es más elevado.
Pero si tienes en casa una cafetera, puedes permitirte optar siempre por un café natural es recomendable, ya que durante su tueste no se le agrega ningún tipo de aditivo, permitiéndote así disfrutar la verdadera esencia del café: su sabor.
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